El fuego nos une desde hace 450,000 años…..

Es razonable pensar que los primeros Hominidos sufrían los incendios que de forma natural suelen producirse en los pastizales. Y  ello también sugieren capacidad de inferir el movimiento de los incendios y alterar el comportamiento en consecuencia. Durante los últimos 8-6 Ma, pudo surgir la capacidad de mantener esos incendios en el tiempo para aprovechar la luz y el calor. Es casi imposible reconstruir esta primera etapa en nuestra relación con el fuego y sigue siendo muy especulativa.

La intencionalidad en el uso del fuego es evidente cuando encontramos hogares con un perímetro delimitado por piedras o cuando se preparan en oquedades previamente excavadas en el suelo.

En Africa, en  Koobi Fora, un hogar, hallado al lado de herramientas líticas, fue datado en 1.5 Millones de años. Su función debió de relacionarse con el calor, la luz y la protección contra los depredadores, ya que no hay herramientas ni restos óseos quemados.


Con esa misma datación, también hay indicios de uso del fuego  en Chesowanja, Kenia.
También se ha informado el hallazgo de rocas quemadas en Gadeb y otras localidades aisladas del Middle Awash.

En 1988, los investigadores C. K. Brain y Andrew Sillen descubrieron en Swartkrans Sudáfrica, fragmentos de huesos de antílope, jabalí, cebra y mandril aparentemente quemados, datados en 1.4 Millones de años,  pero la cueva es descendente y pudieron haber llegado desde fuera en un momento más reciente. En el mismo nivel sólo se encontraron parántropos, pero la identidad de los Hominidos que usaron el fuego no está del todo clara porque en un nivel superior se han encontrado restos de Homo. Brain y Sillen consideran insuficientes los indicios disponibles para poder asignar el control del fuego a una especie u otra.

Un sitio en el Valle del Jordán, de nombre  Yaqov, data de 0.79-0.6 Ma. El más antiguo hogar, comunmente aceptado, con concentración de madera quemada y grupos aislados de herramientas achelenses de sílex quemadas. Los 

análisis de 

termoluminiscencia indican que madera y artefactos de pedernal fueron quemados continuamente a lo largo de 100 ka y la distribución de los restos líticos sugiere la utilización de áreas específicas para la quema.

El yacimiento de Zhoukoudian, China, datado en 0.78-0.68 Ma presenta huesos, conchas, cáscaras de huevo y herramientas líticas quemados y restos de lo que podrían ser hogares asociados con Homo erectus.


En la cueva de Panxian Dagong (Guizhou, China) se han recuperado restos faunísticos y líticos junto a evidencias incontestables del uso del fuego: carbones, huesos quemados y cenizas. La abundancia de restos apendiculares y craneales de animales de gran talla se debe a un transporte selectivo por parte de los homínidos Este yacimiento demuestra que el erectus fue capaz de desarrollar estrategias cinegéticas complejas.

A partir de hace 450,000 años, las evidencias de hogares se hacen comunes en toda Europa. Considerando un hogar un sitio con una hoguera.

Algunas consecuencias de la utilización intencional del fuego:

 

Fotoperiodicidad

 

  •  la luz del fuego, mediante la ampliación de las horas del día, pudo tener consecuencias fisiológicas para los ciclos diarios y anuales.  tiene un gran efecto sobre los ritmos circadianos humanos una exposición de 1.5 horas es suficiente para modificar el reloj interno en 3 horas. La luz azul se encuentra en la base de
    una llama.

 

  • Pudo influir en la extensión en los humanos del periodo reproductivo, al contrario que los chimpancés, que concentran los nacimientos en la estación húmeda, cuando los recursos son más abundantes.
  • La melatonina está regulada por la luz, que suprime su producción. Disponemos de una evidencia creciente en pequeños mamíferos e insectos de que el fotoperiodo se transmite a la siguiente generación durante el desarrollo fetal a través de los patrones de secreción de la melatonina materna.
  • En los seres humanos, los días con más horas de luz pueden reducir la edad de la menarquia.
  • La melatonina también induce el sueño, la falta de la misma puede resultar en trastorno del sueño o un cambio en el patrón de sueño
  • El Trastorno Afectivo Estacional, también se ha relacionado con la exposición a la luz que produce niveles de melatonina más altos de lo normal.
  • En los seres humanos, la melatonina suprime las contracciones uterinas.

 

Interacciones sociales

 

  • El calor y la luz de una fogata proporciona un punto focal natural para las reuniones sociales a salvo de los depredadores.  La hipótesis del cerebro social sugiere que el tamaño del cerebro aumentó por las exigencias de un grupo de gran tamaño, con la necesidad de procesar más información sobre la identidad, la reputación y las lealtades.
  • El mantenimiento de una fogata es demasiado exigente para una sola persona y requiere cooperación mientras que permite a otros muchos tener acceso a ella. Esta forma de cooperación requiere la comprensión de un objetivo común, la capacidad de organizar la división del trabajo y la cooperación planificada para garantizar la recogida de combustible y la continuación de la llama.  Hace 0.4 Ma el fuego no podría ser encendido intencionadamente y por lo tanto era necesario su mantenimiento durante largos períodos de tiempo. El fuego se obtenía quizá de otros grupos, lo que pudo afectar al desarrollo de redes sociales.

 

Migraciones

 

  • El fuego pudo permitir la dispersión de los hominidos hacia el norte, con climas más fríos y su supervivencia durante los períodos glaciales, gracias a la descongelación de alimentos y al mantenimiento del calor mientras dormían pero esta hipótesis no está confirmada por el registro arqueológico. No hay evidencia, por ejemplo, del uso del fuego en Dmanisi.
  • Es posible que los primeros Homo en llegar al norte de Europa lo hicieran durante un período interglaciar con un clima relativamente suave, por lo que el fuego no fue una necesidad. Cuando una glaciación comenzó a reducir la temperatura se habría planteado problemas significativos para el mantenimiento de la temperatura corporal y la recogida de alimentos y otros recursos. En ese momento, pudieron actuar presiones selectivas para el control de fogatas. Por otra parte, las adaptaciones a climas fríos incluyeron el usar ropa.

La aparición simultánea del uso del fuego en el Levante Mediterráneo y Asia Oriental y más tardía en Europa, sugiere tres posibles escenarios:

  • El uso del fuego no acompañó las primeras migraciones y surgió en Europa y Asia in situ en diferentes momentos
  • El uso del fuego acompañó las primeras migraciones pero fue olvidado o practicado tan efímeramente que no dejó ninguna huella observable.
  • El uso del fuego acompañó las primeras migraciones. pero no está representado en el registro arqueológico.



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